viernes, 21 de mayo de 2010

"La especulación inmobiliaria", de Italo Calvino


Había buscado bastante tiempo este libro que leí hace muchos, muchos años y que había perdido en algún traslado, o tal vez le dejé a alguién y nunca volvió. Me alegré de verlo recién reeditado y he vuelto a leerlo con ansiedad. Primero y sobre todo, porque Calvino me parece desde siempre un escritor excelente. Segundo, porque el tema no puede estar más de actualidad.

La novela cuenta la historia de un militante o ex-miltante comunista que vuelve a su pueblo de la costa, para sumarse al proceso de edificación que se está produciendo en el pueblo, como resultado del boom turístico, a modo de los Cullera o Gandía en los años 60. Pequeño especulador, tropezará con un constructor que le acabará liando en un cambio de obra que por supuesto, acabará mal. A partir de ahí, un desfile de personajes muy entretenido, desde la familia (buenísimo el papel de la "mamma" y del hermano funcionario) a los profesionales relacionados (abogados, notarios, etc,..). Todo muy italiano, con esa mezcla de "finezza" y vulgaridad tan típica.

El resultado, leído hoy, es pese a todo menos rotundo de lo que esperaba o recordaba. Escrito en 1957, refleja un mundo inmobiliario casi naif, nada que ver con la historia reciente. Y la aproximación de Calvino es demasiado militante, la del intelectual próximo todavía al PCI, con una visión un tanto ingenua de la realidad, el final sobre todo. Pese a ello es divertido en algunos momentos, y muy instructivo. Debería ser de lectura obligatoria en algunas escuelas de negocios.

Pero me sigo quedando con el Calvino que prefiero, el de los barones rampantes y los vizcondes demediados, el de si una noche de invierno un viajero. Y sobre todo, con uno de mis libros preferidos de siempre, que ese sí que debería ser de lectura obligatoria para todos los estudiantes de urbanismo, "Las ciudades invisibles".





4 comentarios:

alestedemadrid dijo...

Me alegro de que Calvino te haga dejar atrás esa "astenia primaveral" o lo que fuera... Las ciudades invisibles también deberían leerlo los viajeros de sofá, los soñadores, los que aman la poesía, y muchos más.
Un saludo

Gonzalo Muro dijo...

Aunque la aproximación sea algo simplista, sí que es buen reflejo de que los hombres no terminamos de aprender de nuestros propios errores.

Y aunque no he leído esta obra, es imposible que se aproxime tan solo a la soberbia muestra de imaginación y lirismo que son esas ciudades invisibles pero reales.

Un abrazo.

Sandra Sánchez dijo...

Tengo en casa "El barón rampante" y no sé por qué nunca me decidí a leerlo pero leyéndote creo que debería hacerlo ¿no?.
Saludos.

Susana Peiró dijo...

Calvino no ha llegado aún a mis manos, y La especulación inmobiliaria ciertamente tiene buena cara. Si doy con este libro, seguramente se pegará a mis dedos.

Un Abrazo Amigo y Muchas Gracias!